Comenzar un nuevo año nos da esperanza de cambios que serán mejor en nuestra vida y comunidad, nos invita a celebrar en familia que nos podemos volver a abrazar…
Cuando reflexionaba sobre qué escribir, pensé en recoger que decían mis consultantes este término de año ¿cómo se sentían?¿cuáles eran sus aprendizajes este año? para analizar los importantes procesos socio culturales y humanamente naturales que viven las personas cuando se concluyen etapas; sin embargo, me encontré que la mayoría están cansados y corriendo, muchos alcanzados por el tiempo que no rinde para concretar los últimos pendientes del año, sumado a la dedicación que cobran los últimos preparativos de Navidad y Año Nuevo. Todos y me incluyo, corremos poniéndonos al día con lo que no logramos terminar o resolver, como si la noche del 31 de diciembre marcara un antes y un después en nuestras vida.
Cómo entender qué ocurre, creo que una posibilidad es que necesitamos marcar tiempos que le den un orden o un sentido a nuestros procesos, experiencias y vida.
Hay muchas reflexiones que surgen, pero la que me aparece más relevante en este momento y simple, porque ademas es colectivo y compartido en los mensajes que entregan las personas en los términos de años, es el deseo que expresamos en los abrazos que damos a nuestros seres queridos “que el próximo año sea mejor”, “que se cumplan todos tus deseos”, creo que es humanamente natural que siempre estemos esperanzados que el próximo año será mejor, que vendrán mejores cosas para nosotros y nuestras familias, y sociedad en general.
Lo anterior, contempla para muchos considerar y mirar los aprendizajes del año, o hacer una evaluación de cómo estuvo nuestro año, logros y expectativas cumplidas… Fue un año difícil, hubo pérdidas importantes casi irreparables para algunos, continuamos con mascarilla y alcohol gel en las manos, pero los niños regresaron al colegio y volvieron a celebrar cumpleaños con amigos, albergando en la esperanza del juego reparar las relaciones o vínculos que se vieron interrumpidas por la pandemia.
Que aliviador es pensar que podemos ver a nuestros seres queridos, conocer a las familias o personas consultantes que solo veíamos a través de la pantalla del computador… no dejo de pensar que grande y alto era el Tomi y que sus ideas reflejan la inocencia del crecer.
Bueno en fin, comenzar un nuevo año nos da esperanza de cambios que serán mejor en nuestra vida y comunidad, nos invita a celebrar en familia que nos podemos volver a abrazar. Lo importante radica en la simpleza de saber que nos podemos mover y alcanzar aquello que nos falta para celebrar o compartir en la mesa este fin de año… para muchos es satisfactorio pensar que después de mucho tiempo podemos volver a celebrar el Año Nuevo con nuestros padres, hermanos, hermanas o amigos.
Esto lo comparto desde la realidad en la que se mueven mis zapatos, es muy probable que para muchos esto no les represente, de todas maneras lo comparto.
Sin nada más, les deseo un lindo término de año junto a sus seres queridos.
Feliz nuevo año 2022
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