El espacio terapéutico es una posibilidad de tener una experiencia distinta al que las personas tienen en la vida cotidiana, lo que permite elaborar nuevos significados, modificar nuestro sentir y la narrativa, pero no la historia…
¿Qué es lo que tiene que pasarle a una persona, pareja o familia para que pueda estar mejor?
El espacio terapéutico es acompañar y ayudar a las personas en el afrontamiento de sus propias dificultades, integrando y resignificando la propia historia de vida para visualizar, reconocer y desarrollar los propios recursos, lo que otorga seguridad.
La psicoterapia permite ahondar en lo que se desea mejorar, poniéndole voz a cada uno de los integrantes de las familias, ya que, todo lo dicho es dicho por alguien, incluso aquello implícito.
El espacio terapéutico es una posibilidad de tener una experiencia distinta al que las personas tienen en la vida cotidiana, lo que permite elaborar nuevos significados, modificar nuestro sentir y la narrativa, pero no la historia, lo que genera un impacto en el desarrollo de la propia identidad, en la búsqueda de soluciones alternativas e innovadoras, y en la nueva forma de ver el mundo para luego “ser” en el mundo.
Existen ciertos comportamientos que son transmitidos generacionalmente y que impactan en la vida de algunos miembros más que de otros, es decir:
“Por mucho que queramos desprendernos de la carga del pasado, la estructura básica de nuestra existencia y la de nuestros hijos sigue estando determinada, al menos parcialmente, por las cuentas sin saldar de las generaciones pasadas”(Boszormenyi-Nagy y Spark, 1983).
Dado lo anterior, cuando la adaptación es intolerable y comenzamos a tener dificultades para sobrellevar la cotidianidad, es cuando, las personas, las parejas y las familias tienden a consultar.
¿Qué es lo que cambia en el proceso? Al querer contestar esa pregunta que surge en las intervenciones, he podido constatar que la terapia conlleva a la disminución del síntoma y la modificación de patrones de aprendizaje (estrategias propias de los seres humanos que permiten dar respuestas a las demandas de la vida), para así, generar un impacto en la narrativa del consultante.
¿Por qué ir a terapia? Luego de lo acontecido que hemos estado como país y sociedad durante estos últimos años, es fundamental poder generar un espacio donde nuestras vulnerabilidades sean cuidadas, donde se permita sostener nuestras propias fluctuaciones, estados de ánimo, y a conservar positivamente nuestras relaciones con otras y otros. Hoy día existe una necesidad imperiosa de instalar un espacio para hablar de nuestra salud mental, de cómo y qué estamos sintiendo, de vaciarnos emocionalmente, de encontrar contención, solución y por sobretodo de seguridad.
Retomando la pregunta inicial, es importante considerar la reorganización del ser y del sistema familiar, reconocer las necesidades propias y de cada uno de los miembros, reparar el daño, fortalecer los vínculos, incorporando la individualidad y la integración emocional de cada persona, pareja y familia.
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